Ave y Nada forma parte de una historia mayor, repartida en varias novelas cuya base es la ciudadela Urbach, una especie de falansterio fundado por una comunidad de personas a principios del siglo XX, pero en la epoca en que transcurre esta novela (1986) todo aquello ya es algo remoto. De manera que el concepto de lo marginal esta dado aqui desde varios planos. Primeramente desde el punto de vista arquitectonico. Una ciudadela ya entrana lo marginal en si misma: es una construccion que, en su origen, era otra cosa y ha degenerado en ciudadela porque sus duenos y primeros pobladores la han abandonado. Tanto ella como sus ocupantes son algo corrompido. Sin embargo, los personajes de Santana no son delincuentes. Su marginalidad esta bien fundamentada, vertebrada en el corpus de la trama. Y Ave y nada es tambien una novela plenamente citadina.

La mayor parte de los poemas de este cuaderno fueron concebidos como elementos de un conjunto en el que cada uno funcionara de la misma manera que las palabras en una oracion, pero sin que la cohesion resultara en claustrofobia, de manera que cada pieza podia ser percibida tambien fuera de esa estructura, a solas, aunque su significado cambiara de algun modo. De ahi que el uso de la figura biblica de Jonas -que atraviesa casi todo el poemario- no sea precisamente una clave, o en todo caso no seria sino otra clave mas, que no concentra en si misma el enorme poder alegorico que si posee el Libro de Jonas en el Antiguo Testamento.